La geografía en el futbol está establecida por un complejo sistema de señales, muchas veces difusas, que son difíciles de percibir an-tes de jugar un partido. Descubrir sus secretos exige destreza y sabiduría para reconocerlos, más que palabras en ruedas de pren-sa de técnicos y jugadores. Como Alemania transmite un liderazgo firme en cualquier continente donde compite, no le hace falta advertir a sus rivales que su nivel pertenece a la élite de este deporte. Aun así, en un estadio con más de 62 mil 800 asistentes, México desafió el gran tamaño de la Mannschaft y consiguió un empate de iguales proporciones: 2-2 en el cie-rre de su preparación rumbo a la Liga de Naciones de Concacaf.